Jamás hubiese pensado que un lugar que no existe se conviertiese en un nido de cariño, que personas anónimas pudiesen transmitirme tanto amor.
He vibrado acompasada al ritmo de muchos de vosotros y vosotras, he vivido en mis carnes vuestros sentimientos, habéis puesto en vuestros labios esas palabras que tan bien definen algunas de mis sensaciones.
Os he regalado mis sentires y pensares y los habéis mimado con vuestras palabras como tibias caricias.
Pero Con risas y a lo loco lleva mucho tiempo caminando a la deriva. Hace casi tres años que comenzó su andadura y necesita un descanso. Así que ha decidido hacer sus maletas e irse lejos del invierno gélido que nos sobrecoge.
Vosotros y vosotras habéis dado identidad a este rinconcito con vuestras aportaciones, algunas de ellas, tan valiosas, que me han ayudado a entenderme mejor.
En su caminar, Aprendiza de Risas ha disfrutado de todo lo que ha descubierto.
Por eso, antes de cerrar la puerta, recojo vuestra esencia y la deposito con cuidado en la parte principal de mi maleta y viajará, como en valija, cerca de mi corazón.
Y, paradojas de la vida, ahora que Aprendiza de Risas abandona su rincón, justamente ahora, yo, la mujer que escribe bajo este precioso pseudónimo, anónima para la mayoría de vosotros y vosotras, me agarro con fuerza a mi nick y lo incorporo a mi vida real...
¡¡¡Siento que tengo que aprender a reirme de tantas cosas...!!!
Un beso muy fuerte y una sonrisa de oreja a oreja. Nos vemos, ¿sí?
Aprendiza de Risas
Banana Republic
(Ana Belén y Víctor Manuel)
Existe un país en los trópicos
donde el sol es un sol de verdad
y a la sombra de bosques exóticos
imagínate lo bien que se está.
Los locos que el mundo no traga
nos juntamos al anochecer
dando vueltas a un sueño probable,
a un amor que no ha podido ser.
Y mientras el mundo se queda
transitando por la misma vía
aquí estamos rueda que te rueda
ahuyentando la melancolía.
Pasamos al vuelo a las lágrimas
las bebemos con vino y con miel
y aprendemos la risa del cómico
y salvamos así la piel.
Existe un país en los trópicos
donde a veces el frío es mortal
cuando un alma se enferma de veras
por anemia de libertad.
Allí le ponemos dos alas
le enseñamos de nuevo el vuelo
y aparece de repente el sol
calentando nuevamente el cielo.
Y mientras el mundo se queda
transitando por la misma vía
aquí estamos rueda que te rueda
ahuyentando la melancolía.
Pasamos al vuelo a las lágrimas
las bebemos con vino y con miel
y aprendemos la risa del cómico
y salvamos así la piel.
Allí me voy, so feos y cacho feas, que se debe estar muy bien...
.
.
.