Entre-tejiendo el próximo año

Tan sólo quedan unas horas para acabar de dar los útimos pespuntes al año 2007. Quisiera que quedara un cosido bonito, sin hilvanes, recogidos todos sus hilos y atados a esa hurdimbre que fueron sus 365 dás.

Miro atrás y aprecio una Aprendiza serena y sosegada, me atrevería a decir un poquitín más sabia y un poco más grande. No es pedantería ni atrevimiento escribir estas palabras si os confieso que Aprendiza ha estado bañándose todos sus días en el agua del amor, navegando en un cielo despejado sin apenas tormentas. Y, claro, todo es mucho más fácil desde esta perspectiva. El despertar de cada día es más agradable y menos costoso.

Sin embargo aún me queda largo camino que recorrer, tantas cosas que aprender...

Llegar a ser yo misma es mi reto y todavía me falta mucho camino para llegar a ello. Me apoyo en la teoría pero mi práctica muchas veces profana la meta. Quiero ser completamente sincera, andar desnuda por la vida, sin ninguna coraza, sin ningún arma con que defenderme ante el ataque, sin mis sabias palabras que defienden mis miserias. Deseo ser yo y que me quieran así, con toda mi naturalidad a flor de piel, brava, salvaje, burda, fina, torpe, hábil, sin artificios pero conseguiendo armarme de sutileza y amor suficiente que propicie el bienestar de los que están a mi alrededor.

Y con aguja e hilo en mano bordo en rojo el resto de mis grandes deseos para el 2008:

- Salud, que los dolores sean siempre soportables, que mis huesos me den la tregua suficiente para hacer la vida que yo deseo y poder ir al monte, y montar en bicicleta, y esquiar, y tirarme rodando por la ladera de la montaña nevada y poder levantarme sin más y seguir riendo de felicidad.

- Salud para mis dos grandes amores, las estrellas que me iluminan el cielo cuando cierro los ojos. Mil años de vida para ambos.

- Salud para mi familia y mis amigos y amigas.

- Salud para todas las personas que me leéis.

Y, ¡bueno! por pedir, con unos pespuntes largos en diferentes colores deseo también esas "cositas" que nos hacen tan felices:

- Que me toque la lotería del niño, de la que sólo juego 10 euros.

- Que al día siguiente se hayan borrado las arruguitas de mis ojos

- Que cuando baje a mi garaje, me encuentre un cuatro por cuatro envuelto con un gran lazo

De estos últimos deseos, coged los que queráis que os los regalo también.

Y con vainicas bordo en rojo pasión el deseo de ver cómo crece el amor alrededor de mi vida, con puntadas de dentro a fuera y viceversa.